Quiero proteger aun con más fuerza este castillo pequeñito que tenemos, contemplar nuestras miradas y lo que hemos hecho. Eres mi estrella y me das suerte en cada paso.
Se me quita el miedo y tengo recelo del futuro quiero estar protegiéndote como siempre. Tuve miedo sí que lo tuve, pero estamos otra vez acá. Tenemos suerte los dos.
Hay un Dios que nos salvó a ambos del más cruel destino. Tuvimos que andar apesadumbrados bajo el agua y sobre las nubes para llegar hasta acá, muchos ángeles conocimos y hoy son nuestros amigos. Tenemos suerte sí que la tenemos.