Rodeando la luz, escapamos del infierno de tu gloria, cuando estás cerca de mí. Se me escapó todo sentido en tu actuar, soy un desastre pensando en ti.
Busco por tus sueños, busco en mis sueños. Nunca fuiste algo sublime, eres mi aurora, tranquilidad pujante en mi corazón, te encuentro, esperando el amanecer, estás en plena oscuridad desconociendo el poder de tu corazón, que no oyes, o por lo menos, en la aurora te he puesto por un segundo, tratando de que tu conciencia y plenitud no soslayen toda la luz que empieza por la aurora.
Después, cuando la noche está más oscura, justo en ese instante amanece.
Cobardía, limitante de sueños. Displicencia evidente de mi pobre latir. Que me quedo en la aurora, esperando ando que mi soledad pase a ser parte de una oscura noche. Traigo conmigo mis escritos, mis sueños, y yo, contra el mundo, las profecías son ciertas. Confirmo todos los días, que vale la pena, estar en la calma aurora.
Disfruta de este momento, segundo precioso antes de lo que no estaba escrito.
Los sueños no son mentiras, fría la muerte, fría tu vida, fría estoy lejos de ti.
Nada de tormentos ahora, sospecha de todo, compruébalo, las batallas, son un dulce veneno para el placer, estruja tus lágrimas en mi almohada conmigo al ladito contándote del amanecer.