La señora de las mil banderas

En la estación todo se calma con mirar por la ventana, el tumulto ,la gente , la espera en los ojos cerrados.Todos quieren llegar.Se abren las puertas las personas avanzan torpemente,se abrigan,y caminan rápido.

Un día de verano,dónde todo es premura,entra al vagón una señora vestida de bandera de mil naciones,somnolienta como el día, se sienta mirando la ventana,en sus retinas comienza la maravillosa acción de contemplar,se queda pegada al vidrio como un mosquito,tal vez tiene calor,hay sol afuera y ella está abrigada.
Pasaron cinco estaciones la señora de mil colores poniéndose de pie sale como todos,afanosos pasos caminantes sigilosos,imperceptibles tanto así que la mujer desapareció en la multitud.Acto seguido el tren se detiene unos segundos,las mil banderas iban presumidas por la solera en sentido contrario.El sol pegaba fuerte, ella se puso unos lentes y chocó con la pared.Tal vez,esa dama del arcoiris sólo contemplaba de la manera más suntuosa,la inmaterialidad en todo su esplendor.El guardia la llevó a la salida,definitivamente ella no veía con mis mismos ojos.Por eso se vestía de bandera,sin ver un arcoiris,ella era uno.