Aquel lugar del calendario

Me vuelvo al final de esta pendiente, sigo gritándome estoy viva.
Respiro mi libertad en mi luz y cumplo con mi tarea más importante caminando por mis sueños una vez más, recordando por qué uno deja lo que cree y se traiciona a uno mismo para encapricharse en la oscuridad. 
Júbilo, ay qué respirar profundo no es fácil ahora... Se tiemblan las rodillas y caigo y me doblego a la fe. 
Mis zapatitos no están rotos, me cambié ciento de veces para correr, si a mí en verdad me gusta despacito.
Junto, junto todos los pétalos amarillos para absorber su color en mis pupilas, asomo mi nariz a mi nuevo calendario y sonrío sin sopesar mi encanto, y en la lluvia de junio me limpio todita de lo viejo.
Amar la libertad es un destino tácito en mis manos. 
Gracias destino