Lo inverosímil se convierte en un regalo, sosteniéndome desde el legado del desamor, cual libro descuidado, imprimo sus letras en un vacío existencial coexisto llenándome de sonrisas y llantos, imaginando que una vez tuve un sentimiento de amor y locura, precioso regalo de lo gentil.
Visitando nuevas páginas, leyendo encontrando neologismos para mis sentimientos exacerbados, permitiendo que la luz me ciegue y que la oscuridad no me vuelva a confundir en mis caminatas nocturnas.
Deseo un ulterior presuntuoso de cariños vida y amor absolutos y sinceros.
Comunicar la idea pareciera fácil, pero, no hay quién escuche con atención. Sin egoísmos siento, luego respiro, señuelo de mi corto tiempo contigo.
Invitar a los enemigos a tu corazón sería un acto suicida, ya los invité a una velada y al parecer ahora son mis amigos y se sientan a mirarme cada vez que escribo.
Es loca la locura de quién no sabe que está loco.
Me estoy regocijando en mis sueños para que vivan una vez más en mí, sin temor.
Tomaré de la mano a los glaciales para que se derritan cuando estén listos.
Sosteniéndonos una vez para siempre.
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